Por Gabriela Mistral
No es patrioterismo el mío como ecuatoriano,con el maravilloso legado de amor a mi terruño, a esta pequeña porción de tierra, de verde presencia en el Continente Americano, que hago llegar a quien lea en mi blog esta extraordinaria pieza literaria de Doña Gabriela Mistral, chilena, maestra luchadora y hermanada con nuestra patria, Gracias poetiza y educadora.
-Hace años vi al azar una enciclopedia el Escudo ecuatoriano y me quedé pegada a él, mirando y sonriendo, viendo y celebrando.
Lo que me atraía y me retenía en vuestro escudo lo quiero decir ahora.
-La América del sur es un continente creado bajo el signo de piedra y agua, de piedra señera que rebana el cielo y de agua fluvial que corrige la dureza de aquella amazona tremenda. Apenas conoce una faja de desierto nuestra América y apenas prueba en algunos puntos la maldición de la sequía; toda ella es cabrilleo de luz en lo alto y espejo de agua en lo llano.Y yo encontré en vuestro escudo, para gusto mío , este signo mellizo de piedra y agua que es símbolo crucial del continente.
-Agradezcamos a aquél cuya imaginación supo cazar el símbolo preciso al que tubo la suerte del bien interpretar, rara como la del bien decir.
-El Chimborazo alardea con razón dominando el paisaje. Es el patrón de diamante, o es el galán cegador que gobierna el solar patrio y las gestas y las costumbres y los oficios de la parcela nacional. Su nombre están ilustre que la letanía de las costumbres del mundo tiene su cuarta o quinta cifra; y como lo geográfico es una categoría, este nombre corre por las bocas de los niños del mundo. “Chimboraz dice el niño francés, trabándose un poco la lengua; y dice “Chimborazo” la boca del niño en Alaska, echando su vista al Sur para atraparlo; y lo dice el chino, forzándose para dar aquel nombre ancho, hijo de la cordillera, en su aliento soplador de silabas…
-El Chimborazo cabeza de casta, medio penumbra, medio verdea en el escudo, como quien quema el ojo en lo albo y lo alivia enseguida en lo verde vegetal. Gran señor del fuego, abuelo mío, también eterna persona del globo, yo que no puedo alcanzarlo, desde el llano le hago pleitesía , le doy acatamiento y le mando un aleluya. De muerta , talvez yo camine la avenida de los volcanes que no pude ver de viva y que me contaron Reclus y Vidal de la Blanche, alucinándome, como una fabula, sin mas que decir la verdad .
-El escudo hace arrancar violentamente del búfalo relumbrante vuestro rio Guayas, violentando el trazo para conseguir una vertical que parece, de perfecta, una línea teológica.
-Linda ocurrencia este arranque recto, este desempeño viril, es la rectitud de piedra ondeada en el escudo tiene vuestro rio mayor, desde el píe del volcán y en ruta al mar . El volcán partido en dos actos, en dos voliciones, se queda y se escapa en sus ríos, permanece y se aleja llamando o laceado por el mar.
_Hagan maestro dibujos y mas dibujos del tortuoso Babahoyo y del Daule; y los niños son simplificadores como el pastor, verán siempre el Guayas cayendo rectamente desde el Chimborazo, viniéndose rocas abajo con una derechura de padre y una prisa de novio que corre al llano.
-El agua del Chimborazo, siete veces aguas de cielo. corre así en huida de amos, en pasión de humanidad, desde el santo ventisquero que se parece a la matriz de Ceres. El rio andino desciende como el campeón de arriba. El sorbo del Guayas, que yo tomé en mis manos por servirle de copa, es muy veras el sabor de cielo y de la tierra juntos; el Chimborazo, como Cristo, quiere ser bebido y busca como él perderse y ganarse en nosotros.
-Viene por el agua de las cumbres el caduceo griego, en esa tabla de la aventura que llamamos barco; viene de tierra adentro cargado de las entrañas aromáticas del Ecuador, o viene del mar libre, jadeando la marea atlántica, trayendo de Europa aquellas esencias que ella posee y reparte desde el cristal veneciano hasta el libro francés por el que llego a nuestras manos la libertad.
-Mercurio todavía es el comercio, asunto complejo de trueques materiales y morales. Venda el Ecuador país de idealistas, sin miedo de embastecerse por el trato de Mercurio; venda la pepita rojinegra de un cacao esencial que el mundo compra; y sin mirar a la etiqueta llama “ecuatoriana”. Y el Mercurio augural le vaya dando, una por una las industrias vitales y las derivadas de ardua ciencia, después de las artísticas que fueron las primeras del Ecuador, gracias al indio cortesano.
-La cinta de lo alto del escudo, la franja pintada en blanco, con acierto del santo color, es lo que más pueden envidiar los escudos del mundo a su hermano ecuatoriano. La faja dice” Por aquí pasa el plexo solar del planeta. Este es el punto prócer donde la Tierra no puede más, y rebosa su virtud de anchura y de su mayor lumbrada”.
-“Los duendes del éter, si pasan en banda, tocaran éste y no otro costado de la Tierra. en su voltijeo de pájaros sobrenaturales”.
-Y de ser este sitio señalado, el mejor expuesto a ángeles y hombres, el mágico y el palpable por excelencia , vosotros raza ecuatoriana, pueblo amigo de mi pueblo, tenéis un destino agudo entre nuestros pueblos. Digo”agudo” mejor que “grande” a causa de que las resinas me gustan más que el pino y la chispa del radio me arrebata más que una hoguera.
-“Vuestro signo, por la gracia de la línea ecuatorial, es el de la intensidad en cuanto hagáis; en la lengua, cuando desnudáis el filo de la frase; en la libertad cuando déis de ella el perfil mas íntegro; en los frutos que llegan aquí a su esencia pura; en el sobrehaz patrio que volvéis dicha de vivir y en la honra de la raza cuando ayudáis a vuestro hombre original, el indio, dé testimonio convincente de su ser, se vindique y con ello se salve.
-Todo esto me lo declara la banda de la línea ecuatorial y eso mismo me ha dicho desde que nació vuestra nación a vosotros, ecuatorianos, en su raya que es invisible como lo divino y real también como lo divino.
-Sobre esa inefable línea ecuatorial que tenéis y retenéis, mocedad de Guayaquil,yo, hubiese querido aplicar y repasar corazón, para que hubiese avivado en mi las potencias y puesto a arder mi vida con cabal fervor. Aplicaos a ella, vosotros mozos de 20 años,a ora que es tiempo; y que yo sepa vuestras obras en donde viva; y conozca vuestras hazañas donde plante mi casa, para celébralas y contarlas fielmente como hoy os he contado mi encuentro con el escudo del Ecuador.
Precioso... lindo encuentro!
ResponderEliminarsin duda la bandera del ecuador es muy hermosa es genial
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